Las nanofibras predicen el futuro de la moda
Tomado de: BBCSi los códigos estéticos de la moda los marcan las pasarelas de Milán o Nueva York, la innovación en los tejidos llegan de los laboratorios, como el de la Universidad de Cornell (EEUU), que ha desarrollado una "nanofibra" que permite cambiar el color de las prendas y que llegará al mercado en 5 años. La "confección" de estos tejidos, que tienen otras ventajas, como proteger a quienes las llevan de una gripe, pero también de la contaminación o de un ataque bacteriano, tienen un coste muy elevado (hasta 8.000 dólares por prenda), por lo que, como ocurre en este tipo de investigación, hasta ahora se les ha dado un uso militar. No obstante, el profesor colombiano Juan Hinestroza (Universidad de Cornell), que ha estado en Barcelona para hablar de la aplicación de la nanotecnología en la creación de "fibras multifuncionales" asegura en una entrevista con Efe que estos materiales no tardarán en dar "el salto comercial". Este ingeniero químico explica que el reducido tamaño de estas fibras le otorgan unas posibilidades infinitas.Su objetivo como investigador es lograr materiales interactivos que respondan al ambiente de manera automática, de forma que las personas que utilicen las prendas no sufran cambios en su temperatura corporal y que las fibras hagan su tarea protectora de forma imperceptible. Hinestroza, que lleva siete años investigando estos materiales con un equipo de once personas en Cornell, ha logrado cubrir una chaqueta de tela vaquera y un vestido de algodón con nanopartículas de plata que conceden a estas prendas propiedades antibacterianas y de filtrado químico. A simple vista las prendas son "normales", pero si se ponen al microscopio se pueden contemplar las nanopartículas cargadas electroestáticamente que funcionan como un protector sobre el algodón, el material favorito de Hinostroza, aunque en su laboratorio también se trabaja con nylon o lana.Previamente, las prendas son sumergidas en un baño con partículas sintetizadas de plata, material que posee unas propiedades antibacterianas que se incrementan cuando se trata a "escala nano". Las prendas impregnadas se convierten en escudos que protegen de alergias o de los gases de la contaminación ambiental y además se manchan menos, ya que las nanopartículas impiden que se adhieran microorganismos, y sus colores son también más resistentes porque se aplican de forma física, y no por medio de colorantes. "Si tienes una camisa de este tipo que es blanca y no tienes tiempo para cambiarte y debes a ir una fiesta, la puedes convertir en negra tan sólo con una aplicación de un campo magnético o eléctrico", explica Hinestroza. El precio del proceso todavía aleja a las grandes marcas de estos productos, aunque algunas ya se han interesando, sobre todo por otra de sus características: las nanofibras pueden crear señales en las prendas para que éstas no se pueden reproducir y así se eliminaría la falsificación y contrabando. Hasta el momento se han utilizado en el ámbito militar: descomposición de tóxicos químicos o de agentes de guerra química, manipulación de color para crear camuflaje interactivo o fibras que pueden identificar a larga distancia "si eres amigo o enemigo". "Ahora todo el proceso es experimental, pero una vez que sea reproducible el precio bajará", afirma Hinestroza, que calcula que en un plazo de entre dos a cinco años toda esta innovación irá pasando al sector civil para su aplicación en diversas áreas.Así, el hecho de que sean prendas que pueden controlar el espacio entre las fibras, que se pueden abrir o cerrar según las temperatura en el exterior, facilitará el control del sudor y otros factores que los deportistas necesitan, y puede suponer una revolución, como la provocada por el bañador de Speedo en los Juegos Olímpicos de Pekín. En el campo de la aeronáutica, estas fibras antialérgicas se podrán utilizar en el interior de los aviones para reducir las enfermedades transmitidas por la ventilación, mientras que en el ámbito de la sanidad se utilizarán en pijamas para los hospitales que eliminen los estafilococos o que permitan la administración de medicinas por medio de las sábanas mientras el paciente duerme.
Tomado de: BBCSi los códigos estéticos de la moda los marcan las pasarelas de Milán o Nueva York, la innovación en los tejidos llegan de los laboratorios, como el de la Universidad de Cornell (EEUU), que ha desarrollado una "nanofibra" que permite cambiar el color de las prendas y que llegará al mercado en 5 años. La "confección" de estos tejidos, que tienen otras ventajas, como proteger a quienes las llevan de una gripe, pero también de la contaminación o de un ataque bacteriano, tienen un coste muy elevado (hasta 8.000 dólares por prenda), por lo que, como ocurre en este tipo de investigación, hasta ahora se les ha dado un uso militar. No obstante, el profesor colombiano Juan Hinestroza (Universidad de Cornell), que ha estado en Barcelona para hablar de la aplicación de la nanotecnología en la creación de "fibras multifuncionales" asegura en una entrevista con Efe que estos materiales no tardarán en dar "el salto comercial". Este ingeniero químico explica que el reducido tamaño de estas fibras le otorgan unas posibilidades infinitas.Su objetivo como investigador es lograr materiales interactivos que respondan al ambiente de manera automática, de forma que las personas que utilicen las prendas no sufran cambios en su temperatura corporal y que las fibras hagan su tarea protectora de forma imperceptible. Hinestroza, que lleva siete años investigando estos materiales con un equipo de once personas en Cornell, ha logrado cubrir una chaqueta de tela vaquera y un vestido de algodón con nanopartículas de plata que conceden a estas prendas propiedades antibacterianas y de filtrado químico. A simple vista las prendas son "normales", pero si se ponen al microscopio se pueden contemplar las nanopartículas cargadas electroestáticamente que funcionan como un protector sobre el algodón, el material favorito de Hinostroza, aunque en su laboratorio también se trabaja con nylon o lana.Previamente, las prendas son sumergidas en un baño con partículas sintetizadas de plata, material que posee unas propiedades antibacterianas que se incrementan cuando se trata a "escala nano". Las prendas impregnadas se convierten en escudos que protegen de alergias o de los gases de la contaminación ambiental y además se manchan menos, ya que las nanopartículas impiden que se adhieran microorganismos, y sus colores son también más resistentes porque se aplican de forma física, y no por medio de colorantes. "Si tienes una camisa de este tipo que es blanca y no tienes tiempo para cambiarte y debes a ir una fiesta, la puedes convertir en negra tan sólo con una aplicación de un campo magnético o eléctrico", explica Hinestroza. El precio del proceso todavía aleja a las grandes marcas de estos productos, aunque algunas ya se han interesando, sobre todo por otra de sus características: las nanofibras pueden crear señales en las prendas para que éstas no se pueden reproducir y así se eliminaría la falsificación y contrabando. Hasta el momento se han utilizado en el ámbito militar: descomposición de tóxicos químicos o de agentes de guerra química, manipulación de color para crear camuflaje interactivo o fibras que pueden identificar a larga distancia "si eres amigo o enemigo". "Ahora todo el proceso es experimental, pero una vez que sea reproducible el precio bajará", afirma Hinestroza, que calcula que en un plazo de entre dos a cinco años toda esta innovación irá pasando al sector civil para su aplicación en diversas áreas.Así, el hecho de que sean prendas que pueden controlar el espacio entre las fibras, que se pueden abrir o cerrar según las temperatura en el exterior, facilitará el control del sudor y otros factores que los deportistas necesitan, y puede suponer una revolución, como la provocada por el bañador de Speedo en los Juegos Olímpicos de Pekín. En el campo de la aeronáutica, estas fibras antialérgicas se podrán utilizar en el interior de los aviones para reducir las enfermedades transmitidas por la ventilación, mientras que en el ámbito de la sanidad se utilizarán en pijamas para los hospitales que eliminen los estafilococos o que permitan la administración de medicinas por medio de las sábanas mientras el paciente duerme.
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